En Estados Unidos, un hombre que fue
liberado en agosto de 2020 tras pasar más de 35 años en prisión por un crimen
que no cometió, ha presentado una demanda contra los exoficiales de la Policía
de Tampa, en Florida, y el dentista forense que participaron en la
investigación que resultó en su condena, informa la agencia AP.
En la querella presentada esta semana
por Robert DuBoise ante un tribunal federal estadounidense, el demandante acusa
a tres ex detectives, a un ex sargento y a un dentista forense de fabricar
pruebas en su contra, entre ellas la marca de mordida que lo implicaban
falsamente en el homicidio y violación de Barbara Grams en 1983. El demandante
también exige una compensación de 1,85 millones de dólares por el tiempo que
pasó tras las rejas de manera injusta.
Durante las indagatorias,
investigadores notaron una herida en la mejilla de la mujer asesinada, que
confundieron con una lesión dejada por el atacante al morderla, por lo que
tomaron moldes dentales de los sospechosos en cera de abeja, material no autorizado
para realizar este tipo de procedimientos. Tras analizar las impresiones
dentales, el dentista Richard Souviron, ahora demandado, testificó en calidad
de experto que la mordedura de DuBoise coincidía con las halladas en la
víctima.
"La única prueba física que lo
implicaba era una prueba fabricada que, supuestamente, asociaba a DuBoise con
una lesión en el cuerpo de la víctima. De hecho, la lesión de la víctima no era
en absoluto una marca de mordisco humana", apunto Daniel Marshall, abogado
de la parte acusadora, en el recurso judicial interpuesto.
Asimismo, la causa legal señala que los
agentes conspiraron con informantes de la cárcel para implicar falsamente al
sospechoso en el asesinato, además de manipular pruebas en contra del supuesto
homicida, por lo que se les acusa de mala praxis en el manejo de su caso.
Tras ser hallado culpable de los
crímenes que se le imputaron, DuBoise, que fue arrestado con 18 años, fue
condenado a la pena capital, sentencia que fue reducida en 1988 a cadena
perpetua, hasta que finalmente fue exonerado en 2020, después de que la Unidad
de Revisión de Condenas de la Fiscalía estatal del condado de Hillsborough
localizó muestras de ADN no analizadas de un kit de violación del caso, las
cuales no coincidían con el material genético del acusado.
Ahora, con 56 años, el afectado busca
una indemnización de 1,85 millones de dólares por los daños y perjuicios
producidos durante los 37 años que pasó tras las rejas injustamente. Sin
embargo, la legislación que facultaría al estado a otorgar este tipo de
reparaciones es discutida por el Legislativo de Florida, por lo que depende de
su aprobación para recibir una compensación por lo sufrido.
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