“En los juicios de partición el demandante, a fin de que sea conocida su pretensión, debe acreditar su condición de comunero mediante título fehaciente en que se origine el dominio común de los bienes que pretende sean repartidos en justa proporción. Así los documentos que acrediten la condición de comunero y la propiedad de los bienes objeto de la pretensión son considerados como documentos esenciales que deben acompañarse al libelo de la demanda”.
Así
lo reiteró la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
sentencia Nº 409, de fecha 15 de junio de 2.024, bajo la ponencia de la
Magistrada: Carmen Eneida Alves Navas; en la que se puede apreciar lo
siguiente:
De
la transcripción de la sentencia recurrida, y en particular en su última parte,
se observa que el tribunal de alzada determinó que en la etapa procesal
correspondiente, se demostró que el inmueble objeto de la partición pertenecía
a la comunidad de gananciales constituida por quienes en vida se llamaran J T G
y N A M de G, desestimando el argumento del demandado relativo a la falta de
pruebas que demostraran la existencia de la comunidad hereditaria, toda vez que
criterio de la alzada con los certificados de solvencia de sucesión y
donaciones emanados del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria, además de las actas de nacimiento y defunción de las ciudadanas y
el ciudadano I P Mendoza de C, Y M G M y E T G M, habría quedado demostrada la
vinculación filiatoria entre los causantes y los causahabientes que fungen como
partes en la relación jurídico procesal que compone el presente litigio, y la
cotitularidad sobre el bien inmueble a partir.
…(…)
De la concatenación de las precitadas normas
procesales se desprenden los requisitos especiales para interponer la demanda
de partición, los cuales son: 1) el título que origina la comunidad; y 2) Los
nombres de los condóminos y la proporción en que deben dividirse los bienes. Es
decir, que en los juicios de partición el demandante, a fin de que sea conocida
su pretensión, debe acreditar su condición de comunero mediante título
fehaciente en que se origine el dominio común de los bienes que pretende sean
repartidos en justa proporción. Así los documentos que acrediten la condición
de comunero y la propiedad de los bienes objeto de la pretensión son
considerados como documentos esenciales que deben acompañarse al libelo de la
demanda, conforme a las previsiones contenidas en el ordinal 6° del artículo
340 del Código de Procedimiento Civil.
…(…)
De
conformidad con los criterios reproducidos, una prueba fehaciente en los procedimientos
de partición de bienes comunes como el sub iudice, (partición hereditaria) será
aquella demostrativa del derecho de propiedad en comunidad, en cuya existencia
se presume al demandado en condición de comunero, a menos que, claro está, en
la oposición se alegue que el bien o bienes cuya partición se pretende no
pertenecen a la comunidad, sino exclusivamente a la parte demandada, en cuyo
sustento y prueba se promueva un mejor título. Es así que, dicho título resulta
ser un elemento fundamental para que el tribunal presuma por razones serias la
existencia de la comunidad, y además dar una visión más clara de los hechos
debatidos, haciendo más asequible el examen judicial.
Así
las cosas, evidencia esta Sala que el tribunal de alzada declaró la procedencia
de la presente acción con fundamento en que “… los certificados de solvencia de
sucesión y donaciones emanado del SERVICIO NACIONAL INTEGRADO DE ADMINISTRACIÓN
ADUANERA Y TRIBUTARIA, así como de las actas de nacimiento y defunción que
constan en auto, se evidenció tanto la vinculación filiatoria entre los
causantes, y los causahabientes que fungen como parte en la relación jurídico
procesal que compone el presente litigio, así como la cotitularidad sobre el
bien objeto del presente litigio…”, las cuales no constituyen prueba fehaciente
para demostrar la condición de propietario que habría ostentado el causante, y
que daría pie a los demandantes a plantear la pretensión de partición de los
bienes comunes hereditarios.
En
sintonía con lo anterior, una prueba fehaciente en los procedimientos de
partición –se insiste- sirve para demostrar ya sea la cualidad o la condición
de propietario de un bien inmueble, y podría ser tanto un documento de
propiedad que cumpla con la formalidad del registro, como los autenticados o
privados simplemente, estos últimos oponibles a terceros que carezcan de mejor
título, por lo que van dirigidos a la demostración de la comunidad respecto al
derecho de propiedad sobre bienes específicos,
contra los sujetos que conforman la parte demandada, es decir, que conforman la
relación jurídica procesal –no terceros-.
…(…)
En
el caso bajo estudio, resulta evidente para esta Sala de Casación Civil que el
juzgado de alzada quebrantó el contenido del ordinal 6° del artículo 340, así
como los artículos 777 y 778, todos del Código de Procedimiento Civil, cuando
declaró procedente la demanda de partición hereditaria, siendo lo correcto
dictaminar la inadmisibilidad de la acción, dado que -como fue examinado-,
aunque se demostró la relación parental de la parte actora como hijos del
causante, no existe en autos ninguna prueba fehaciente que demuestre la
existencia de la comunidad de bienes que sea susceptible de partición, vale
decir, que el inmueble que se pretende partir realmente haya sido propiedad de
su causante.
En
virtud de lo anteriormente expuesto, al evidenciar la Sala la ausencia del
documento fundamental y fehaciente de los hechos que originan el derecho
alegado, deviene en la inadmisibilidad de la demanda, en virtud de la
infracción de las referidas disposiciones jurídicas (artículos 777, 778 y
ordinal 6° del artículo 340 del Código de Procedimiento Civil), en razón de la
inexistencia del documento fehaciente destinado a la demostración del derecho
de propiedad sobre el inmueble cuya comunidad se alega como necesario para la
partición, la cual no fue advertida por el juzgado superior en la sentencia
recurrida. En razón de ello, esta Sala en apego a las doctrinas anteriormente
transcritas casa de oficio el fallo del tribunal de alzada y declara
inadmisible la presente demanda de partición de comunidad hereditaria por no haber
traído la parte actora a los autos el documento fundamental en el que se
sostendría su pretensión. Así se establece.
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